La moral civil presupone una serie de ideales comunes para los miembros de una comunidad como la muestra; y de acuerdo a esto el sentido de esta se encuentra en unos valores compartidos, la importancia de esta radica en la convicción de que los hombres puedan gobernarse a si mismos, es decir, de establecer y/o redactar sus propias leyes y la necesidad de ejercerlo dialogicamente a través del reconocimiento de tal derecho.
El comportamiento sereno y respetuoso como la observancia de las normas de transito son fundamentales tanto para un peatón como para el conductor, son normas universales que defienden la vida y la integridad personal.
De forma general la moral abarca, ciertamente el terreno de las normas de la moral civil, pero una moral cívica que que solo se limite a la legitimación de normas degeneran el mecanismo de legitimación jurídica, ya que aunque genere controversia moral no es lo mismo que derecho.
La formación cívica, de optimas relaciones tendrá vigencia cuando se siembra y se cultiva con el ejemplo en los hogares y en las instituciones educativas. Los lugares de reunión, de ceremonias, oficinas, los estadios y teatros, nos exigen cultura, decencia y respeto. Los gritos, los gestos vulgares, irrespetuosos degradan a su autor.
"Tus derechos terminan en donde empiezan los de tus vecinos o compañeros"
